domingo, 17 de mayo de 2020

COVI-19 EN MÉXICO


La aparición de ésta pandemia y su veloz propagación por el mundo, exhibe el estado de previsión ante fenómenos inesperados por parte de todas las estructuras gubernamentales, rebelando que, no están preparados para frenar enfermedades de éste tipo. La globalización,  devora a todos los países y con ello, hace comunes  sus debilidades. Suele citarse la frase: si una mariposa vuela en una parte del planeta, se desata una feroz tormenta en otra parte lejana del mundo. Surgió, un virus en China y, hoy, el mundo entero es presa de la pandemia y el pánico que genera.

México, recibió la invasión del virus, en febrero de éste año. Y, a la brevedad nuestro gobierno diseñó una estrategia audaz para enfrentar dicho ataque a la salud pública. Una revisión a los elementos con que se cuenta, rebelaron una estructura de salud deteriorada en extremo. Los gobiernos anteriores, dejaron en la red de salud en la miseria, 350 hospitales inconclusos, fueron inaugurados solo para la fotografía y eran solo obra negra, un déficit de 200 mil médicos, 300 mil enfermeras, un sistema de abasto de medicinas manipulado por unas pocas empresas, corrupto hasta el tuétano. 

Durante años, las universidades del país, cerraron la matrícula de admisión en las escuelas de medicina, alegando saturación de las mismas y falta de presupuesto. Propiciando con ello, el actual déficit en doctores y especialistas, que hoy padecemos. Exhibe, esto, el resultado de políticas de privatización de la educación. Al capital, le interesa, que estudie el que puede pagar, la mayoría de la población mexicana no puede hacerlo, viola de esta manera la garantía constitucional, de derecho libre a la educación y a la salud  de igual manera que a otros derechos de la sociedad.

Para el neoliberalismo, la salud es un negocio. Nunca hubo  en los gobiernos de este corte, una política de previsión de la salud pública, no hubo programas de profilaxis y detección de enfermedades, a diferencia de países como Cuba, donde la existencia de una red de policlínicos en los barrios  permite que el ciudadano, preveng1a la aparición de diabetes, obesidad, enfermedades cardiovasculares,  cuyo costo de atención para la sociedad es muy alto. En México, el neoliberalismo no atendió,  el problema  con ésta visión. El resultado es una sociedad con presencia alta de enfermedades de éste tipo.

En este estado de cosas, el actual gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, atacó la aparición del coronavirus en México. Al frente de un grupo de verdaderos profesionales, diseñaron la reconversión de hospitales, su rehabilitación y la revisión de las existencias de medicinas e insumos necesarios para su funcionamiento, desde antes que se presentara el primer caso de covid 19.

Al inicio de su gobierno, en la lucha contra la corrupción, libró una batalla por sanear el sistema de adquisición de medicamentos e insumos para el sistema de salud pública. Que estaba en manos de unas cuantas empresas, que  a base de corrupción, eran quienes cooptaban este mecanismo de compras. Una revisión nacional del sistema de hospitales, permitió organizar y preparar la atención que se ofrece a los enfermos de la actual pandemia.

Al mismo tiempo se instituyó un sistema de información pública diaria para toda la sociedad, que recibe información veraz y oportuna del estado de atención que se da a los pacientes y el avance de la enfermedad. Nunca antes, se había realizado un proceso de acercamiento e información cotidiana a la población. Esto naturalmente no le gusta a la derecha.

Desde el primer día que hizo su aparición, el primer caso de coronavirus en México, el secretario de salud, Dr. Alcocer y el subsecretario Dr. Hugo López Gatell, informan a toda la sociedad el estado que guarda la pandemia en el país. 

Con esto, no solo dan a conocer como el sistema diseñado por éste régimen va frenado el ataque de esta enfermedad, contribuyen a restituir la confianza del pueblo en un gobierno que lo representa, al mismo tiempo desmontan con hechos, las mentiras y falacias que desata la derecha contra la forma de actuar del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Nunca antes se había mantenido una estrecha relación entre gobierno y sociedad. A las conferencias matutinas que da el presidente, se agregan ahora, la conferencia que el doctor Gatell hace todas las tardes para informar del avance de la lucha contra el coronavirus, hoy, se suman dos más, una de programas sociales, de apoyo a la población en general y otra de apoyos del seguro social. De la misma manera Obrador reivindica el peso y la importancia de la ciencia y la investigación al encargar a científicos el diseño y conducción de los programas de gobierno.

Los estragos en México, de la pandemia, están muy lejos de los que se han registrado en otros países, aunque no es de buen talante comparar, señalamos que, aunque muy lamentables, las pérdidas de vidas humanas, son menores a las que podrían haberse esperado debido al deteriorado sistema de salud que  dejaron los gobiernos neoliberales. 

Cuenta aquí, la extraordinaria respuesta que nuestro pueblo ha dado a las indicaciones gubernamentales, de mantenerse aislado, de evitar abandonar sus hogares, de mantener su distancia  con otros individuos, cuando sea necesario salir a los espacios públicos. El espíritu de solidaridad de los mexicanos, que ya ha brillado frente a otras catástrofes, emergió una vez más y juntos con el gobierno de AMLO venceremos esta adversidad y las que se acerquen.

No es la solidaridad y fraternidad del pueblo, lo único que se ha resaltado en esta etapa de la vida nacional, también la calidad y la visión de gobierno de lo que se conoce como la cuarta transformación. La suma de científicos e investigadores a la conducción de los programas gubernamentales, haciendo a éste gobierno, comprometido con el progreso.

Al mismo tiempo, ha exhibido la miseria de los sectores reaccionarios de la derecha, quienes, no han cesado un momento de atacar rabiosamente, toda medida impulsada por Amlo, desde descalificarlo y denostar sus acciones, mintiendo descaradamente a la opinión pública, en busca de  restarle el gran apoyo popular con el que goza, hasta hablar abiertamente de destituirlo por la vía que sea posible. Una cosa más, se vive en la nación, el desenmascaramiento de un gran sector de la prensa y los medios, que muestran su ruindad, retorciendo la realidad, mintiendo, creando falsas versiones, en el afán de generar odio en la población.

La derecha apuesta todo a la existencia de miles de muertos en el país, su idea, mostrar un gobierno incapaz, avasallado por la pandemia. Grupos empresariales, partidos de derecha, están detrás de estas campañas. Conquistados culturalmente por el neoliberalismo, solo saben ver las acciones tradicionales que el gran capital ha impuesto a nuestros países, si no las repites y rompes con ellas, como es el caso de la gobierno e la 4t, lo descalifican y se asombran augurando catástrofes para el camino independiente que México sigue ahora.

Un sistema, el capitalista, construido sobre la codicia, la mercantilización, la ganancia, la explotación, el individualismo, con su racismo, no puede enfrentar fenómenos como el actual, por eso, se presenta en las grandes urbes una cierta devastación, ha destruido el estado de bienestar. En México, la gran respuesta del pueblo, solidario, fraternal, enfrenta con decisión este virus. 

El gran acierto de éste gobierno, es poner la ciencia, no al servicio del mercado, sino el mercado al servicio de la ciencia, del pueblo, como afirmara  Joseph Stiglitz.

La siguiente interrogante es, ¿qué tipo de futuro queremos después de ésta pandemia? ¿Una sociedad que emergerá con más solidaridad, justicia, inclusión democracia o un sistema totalitario?. Las generaciones, del mañana, ya están aquí, hoy son niños, que llevaran en su memoria el recuerdo de este momento de la historia y cómo lo superamos. Crearemos una sociedad  más humana, más igualitaria, amante de la paz. Con una nueva relación con la naturaleza.  ¿Qué tipo de mañana soñamos, cómo construiremos una nueva realidad, una nueva normalidad? La respuesta está en nosotros.

*Andrés Pérez, Secretariado del MOMPADE



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